“Noche de Luna” en Isidoro Espacio de Arte
Teatro, circo, artes plásticas y música fue parte de un varieté el pasado viernes

Estuvo a cargo de un grupo de jóvenes que expusieron sus talentos en diversas disciplinas ante una audiencia también mayoritariamente juvenil
Un encuentro juvenil y movilizador resultó el varieté “Noche de Luna” que propuso Isidoro Espacio de Arte el viernes por la noche. Si bien la lluvia ocultó la luna no pudo impedir que la velada sea un éxito y que se hayan podido ver una serie de actividades artísticas y entretenidas traídas de la mano por un grupo de jóvenes.
Estaba previsto que las presentaciones artísticas se hicieran en el patio de la institución, la precipitación obligó a internar todo en el salón más grande del lugar, que no es precisamente un lugar amplio. Sin embargo en ese lugar casi íntimo, una treintena de espectadores le dieron un rotundo si a la propuesta y además un merecido reconocimiento al esfuerzo de los jóvenes.
En la apertura bailaron un tradicional tango dos jóvenes mujeres, que demostraron cabalmente el compromiso con la emblemática música ciudadana en su expresión más tradicional y conocida. Sin floreos ni figuras complicadas las jovencitas demostraron que el tango es algo que todos pueden interpretar con calidad y entrega.
Tras ellas el punto acaso más destacado de toda la noche, a gusto de quien esto escribe, Gary Vázquez se metió en un personaje de Edgar Alan Poe y declamó de memoria el cuento Corazón Delator. Sabido es que Poe en su extraordinaria prosa se deleita con los cuentos góticos, siendo este uno de ellos, en el cual la locura, disfrazada por el relator de la historia, pergeñado por el atormentado autor, se va poniendo de manifiesto de forma cada vez más profunda, hasta llegar al desenlace, como quien se despierta de una mala pesadilla. Vázquez muy metido en el personaje hizo que la historia atrape y se pueda imaginar las tribulaciones, del relator que dice ser nervioso, pero no loco.
Inmediatamente después dos números circenses, el Diávolo, un juego de malabarismo con pelotas y de esferas luminosas, conocido como juggling, una suerte típica de malabaristas.
Luego con la música de un disc jockey todos se reunieron para departir, bailar y pasar un rato ameno. Además de ello se pudo apreciar sobre las paredes una muestra plástica de varios artistas que con su empuje y calidad van ocupando cada vez más espacio, tanto en esta galería de arte en cualquier ámbito donde puedan poner el producto de su expresión.
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